El estar en
cuarentena
Conviviendo con
mi gente
Hizo mi vida
amena
Y que mi dicha
aumente.
Esa mujer que
su vida
Ha dedicado a
la mía;
Con su
espiritual comida
Me alimenta
cada día.
Y dos radiantes
florcitas
Adornando mi
jardín;
Angelitas y
cabritas
En un divino
motín.
Viendo pasar
estos días
Oscuros allá
afuera,
En burbuja de
alegrías
Transformamos la quimera.